Montenegro es uno de los primeros países que deberíamos visitar en la zona de los Balcanes. Va, pensándolo mejor, tal vez debería ser el último ya que sino lo que venga después no nos va a sorprender demasiado. Montenegro gusta y convence. Situado en el sureste de Europa, el país cuenta con alrededor de 300 km de costa sobre el Mar Adriático y limita con Croacia por el oeste, Bosnia & Herzegovina y Serbia por el norte, Kosovo por el este y Albania por el sureste.
El territorio formó parte de la República de Yugoslavia y luego conformó la Federación de Serbia & Montenegro hasta el año 2006 en el cual, tras un referendum, el 55.5% de la población decidió independizarse y formar el Estado de Montenegro. La capital del país es la ciudad de Podgorica, pero la región costera del país es la que llama y mucho la atención ya que es considerada como uno de los grandes descubrimientos recientes del turismo mundial.
Dos de los destinos imperdibles del país son Kotor y Budva. Toda la Bahía de Kotor es actualmente considerada como el fiordo mas austral del continente, así que no se sorprendan cuando les digo que se asemeja a Noruega. Budva, por su parte, se caracteriza por ser un gran destino de playa, tiene una agitada vida nocturna y cuenta con las murallas de piedra que construyeron los venecianos. ¿Las recorremos?
Bitácora de Kotor y Budva
Después de que nos digan que íbamos a llegar alrededor de la 1 del mediodía, pasaditas las 4 llegamos a la estación de buses de Kotor. Una ciudadela con calles finas y sinuosas nos dificultaba la llegada al hostel. Estábamos en un laberinto y el Francis iba perdiendo la paciencia. Pero ya caminándola te va cautivando. Kotor es uno de los pueblos medievales fortificados mejor conservado del Mediterráneo. Mini plazas a cada rincón, restaurantes con mesitas afuera, pianistas en la calle y demás.
La primavera se extendía a orillas del mediterráneo y nosotros teníamos nuestro mini veranito europeo. Sus calles se llenan durante el día y se vacían cuando cae la noche. Una visita recomendada en el centro de la ciudad es la Catedral de San Trifón, una de las dos catedrales católicas del país. Tiene varios restaurantes a su alrededor para sentarse a tomar algo, y de hecho, les recomiendo que la visiten tanto de día como de noche, ya que iluminada también es muy atractiva.
Los cruceros no se saltean a Kotor y con su enorme tamaño tampoco pasan desaparcibidos en el pequeño puerto. Al anclar, dejan bajar a sus hormigas para que paseen durante todo el día por la ciudad, y ahí les aseguro que el lugar está plagado de patitas caminando. Ahora bien, si queremos entrar a la ciudad nos vamos a topar con tres puertas de entrada, siendo la Puerta al Mar la más importante. Visiten las murallas y las fortificaciones que son una hermosura, prohibido perderselas.
Subir hasta el Castillo de San Juan es una visita que parece más difícil de lo que realmente es. Veinte minutitos caminando montaña arriba y la vista ya empieza a recompensar. La bahía, rodeada de las montañas típicas de los Balcanes y los botecitos sobre el agua verde, parece seguir la línea de las mejores postales del mediterráneo.
El segundo día con sol pleno lo fuimos a pasar a Budva, el pueblito balneario por excelencia. Éramos pocos los que disfrutamos de esa playa, así que llegamos a la conclusión de que los días de semana no se llena demasiado.
El agua nos congela los dedos, pero a su vez refresca lo justo y necesario como para combatir a ese sol que parece estar indeciso. Las piedritas molestan y se cuelan entre los dedos del pie, el balneario parece cuasi abandonado pero las montañas que encierran la bahía se ponen el paisaje al hombro.
Se llega por «el paseo de la costa«, una pasarela de 500 metros que bordea el agua hasta que finalmente uno llega a la tan ansiada zona de relax. La Playa de Mogren es una buena elección para todos los que busquen pegarse un buen baño en las playas del Mar Adriático. Si no, tienen buenas opciones para el otro lado de Budva como son las Playas de Kamenovo o Przno.
Mientras tanto, en el centro, miles de restaurantes y bares pelean metro a metro por captar la atención del turista, y porque no, tratan de que dejen sus billetitos. Budva no es solo playa, por el contrario, cuenta también con un casco histórico conocido como «Stari Grad» que es super pintoresco y muy atractivo. Visiten los alrededores de la fortaleza, camínenla y siéntense en alguno de sus bares.
En el puerto también van a encontrar varios bares en primera línea con unas vistas inmejorables. Si buscan un lugar de hotelería exclusiva no lo duden y diríjanse a Sveti Stefan. Se encuentra ubicado a unos 8km del centro de Budva y la rompe. ¡Esto fue todo! Montenegro pelea, sin lugar a dudas, codo a codo con Bosnia por un lugar en el podio de los Balcanes!!!
Si están por esta zona no dejen de leer el artículo de Mostar en Bosnia.