Si había lugar al que llegaba con poca expectativa era Belfast. La olvidada capital de Irlanda del Norte no llama mucho la atención, y tal vez sea por eso que me encantó desde un principio. Y en esos casos en los cuales encarás una ciudad abordándola desde una temática particular, o la odias y te vuelve loco. Y qué bueno que fue la segunda. Un lugar donde el conflicto politico es indudablemente el eje central con los protestantes unionistas por un lado y los católicos irlandeses que buscaban la independencia por el otro.
Al parecer, el conflicto estalla cuando por los años ´70 se reprime una manifestación pacífica llevada a cabo por los irlandeses católicos. Ahí aparece la tan conocida IRA (Irish Republican Army) para lanzar una serie de atentados contra los militares y dando lugar a una tensión que va escalando a pasos agigantados. Así que con una idea parecida a esta nos lanzábamos a caminar por sus calles.
El meeting point era obviamente el majestuoso Ayuntamiento, que es simplemente enorme y hermoso. En aquella época parece que se especulaba con que la cantidad de gente que viviría en Belfast sería mucho mayor, algo así como si hoy hubiesen unas 3 millones de personas comparadas a las 300.000 actuales que habitan en la ciudad. Y ese error de cálculos se refleja en el inmenso ayuntamiento, que es probablemente la primer imagen que se nos venga a la cabeza cuando hablamos de Belfast.
Pero por lo que pude averiguar la cosa se va a poner aún un poco más interesante dentro de este recinto. Claramente los católicos irlandeses son una población mucho más joven que la protestante, y por lo tanto tienen más hijos y crecen mas rápido. Entonces como consecuencia, la distribución de la población va cambiando y se estima que en unos pocos años los católicos ya van a pasar a ser mayoría (actualmente son minoría). Se especula que en ese entonces se convocará a referendum y para votar sobre una nueva union con el país de Irlanda. Qué pasará!?
Con esa introducción dando vueltas en la cabeza arrancaba la caminata, y lo mas curioso de todo es que arrancábamos visitando un hotel. Sí, el emblemático Hotel Europa. Y que raro arrancar así, mas sin ser un Hotel en el cual la fachada sea considerada una maravilla arquitectónica. Es que claro, a los periodistas de aquella época se les complicaba llegar a ciertos lugares para cubrir lo que pasaba, y entonces, de alguna u otra forma había qué hacer que las noticias corran para que el mundo se entere. Había que hacer que la BBC muestre lo que realmente andaba sucediendo. Habiendo dicho esto, el Hotel Europa fue el más bombardeado de todo el continente, y recibió nada más ni nada menos que alrededor de unos 33 estallidos frente a sus puertas. Los coches bombas hacían de las suyas. Se daba aviso previo para intentar evitar la tragedia, pero al menos los medios podían mostrar una pequeña porción de lo que pasaba en estas tierras.
La siguiente parada es una representación gráfica que no puede reflejar mejor como se vivía el conflicto en esos tiempos. Una pareja como cualquier otra elegía las calles de Belfast para emprender con su humilde bar. Va, en realidad no era una pareja como cualquier otra. La mujer era protestante, mientras que él era republicano. Así resultó que ella fue la agasajada eligiendo el nombre: «Bar The Crown», siendo «Crown», Corona en inglés. Pero él no se la dejó pasar, y la imagen de la Corona la puso en el piso de la entrada para que la gente se limpie los pies sobre ella. La tensión en la pareja parecía reavivarse. Por adentro, las mesas parecen ser boxes cerrados con puertas para mantener la privacidad al máximo. No sea que te vayas a cruzar con alguien allí dentro.
Después pasamos rápidamente por «Ulster Hall», un lugar que pasaría casi desapercibido para cualquier cámara de fotos, pero no. Muchas bandas eran invitadas a tocar a la ciudad, pero por la tension y las amenazas que recibían cancelaban sus shows. Pero eso no pasó con Led Zeppelin. La banda no solo vino a la ciudad sino que también se dio el lujo de tocar por primera vez una canción para conmemorar el momento: una tal «Stairway to Heaven». Pero el público la rechazó de manera inmediata. Bajaba la silbatina por todos lados, pero ellos siguieron y siguieron. Y miren que canción surgió en este momento, en este lugar. Parece que ni este conflicto político, social y religioso se los pudo cargar.
Ya de a poco me metía más y más en el conflicto, pero lo que me termino de meter de lleno en el tema es lo que viene. «Los Murales». La verdad que me volaron la cabeza. Terminó el tour y me fui rápido a agarrar la compu y buscar en google «Conflicto político en Irlanda», «IRA» y esas cosas. Los murales reflejan a la perfección lo que fue conocido como «The Trouble», el famoso lío de esa época entre los militares británicos y la IRA.
Van a encontrar murales republicanos apoyando a sus prisioneros quienes se adhirieron a una tremenda huelga de hambre. Van a poder ver en el International Wall unos increíbles murales que reflejan algunos de los distintos conflictos que existen actualmente a nivel mundial, tomando partido por Palestina, Transnitria y muchos otros de estos territorios. Van a poder observar las enormes puertas metálicas que aun se cierran por las noches para separar al Barrio Católico del Protestante. No va a haber forma de que no se den cuenta de que este conflicto todavía no cicatrizó.
PD: No dejen de visitar la curiosa universidad, la primera mixta de Irlanda. Pero ojo, no mixta por tener chicos y chicas, sino que mixta porque aceptaba tanto protestantes como católicos.
Creo que ya es momento de que decante un poquito de esta información. Vayan al bar más mítico de la ciudad: el «Duke of York», que vendría a ser algo así como el Temple Bar de Dublín. Cuando vean bancos rojos en la puerta de un bar, sepan que es mucho más importante de lo que parece. Quiere decir que van a poder tomar en una cerveza en calle y no van a tener problema. Libre de multas.