Si hay algo que les aseguro que no les va a faltar ni en Dublin ni en cualquier otro lado de Irlanda es una buena cerveza. Así que pidan una y arranquemos a conocer la capital de este país que eligió darle la espalda el Reino Unido
Un buen lugar para arrancar nuestra caminata por la ciudad es sin lugar a dudas la Avenida O´Connel, la cual se caracteriza por ser una de las arterias principales de Dublin. Sobre esta enorme avenida se encuentran tanto la Oficina de Correo como el Spire de Dublin, una altísima aguja de 120 metros de altura. Ambas construcciones son grandes símbolos históricos de gran importancia para el país. Por un lado, donde actualmente se encuentra el Spire, antes se ubicaba la famosa estatua de Nelson Pillar´s que fue destruida por la IRA, y por el otro lado, la Oficina de Correo que fue el lugar físico donde se proclamó la República de Irlanda.
Después les recomiendo caminar unos pocos metros bordeando el agua de ese mismo lado para visitar el inmortal Custom House, el cual a pesar de haber sido quemado por el Ejercito Republicano Irlandés logró mantenerse en pie. Tengan en cuenta que si en algún momento piensan seguir rumbo a Irlanda del Norte, es frente a este edificio donde van a encontrar los buses que salen directo para Belfast.
Siguiendo nuestro recorrido a pie, ya les aconsejo que crucen hacia el otro lado del agua por el O´Connel Bridge y se metan de lleno en el Corazón de la zona llamada ¨The Temple Bar¨. Les recomiendo que hagan alguna que otra cuadrita bordeando el Rio Liffey o que arranquen por la tremenda biblioteca del Trinity College para que después ya se metan por las calles interiores que son a criterio mío lo mejor de Dublin.
A esta altura probablemente ya se les haya terminado la primer cerveza, por lo cual les recomiendo que vayan a ¨The Oliver St John Gogarty¨ en busca de la segunda. Lo mas curioso de este lugar es el baño, donde se van a encontrar con una situación un tanto particular. Una persona de unos 2 metros de alto les va a cortar y entregar en mano el papel para que se sequen y hasta les va a ofrecer perfume para salir un poco más coqueto del piso de abajo. Claro que hay que dejarle unos euros de cortesía.
Después deberían dirigirse directamente al ¨Temple Bar¨, probablemente el lugar más famoso de la ciudad de Dublin. De noche es fascinante, y les recomiendo que ingresen mas allá de si quieren tomar una cerveza o no y vean la tremenda cantidad de botellas que hay en su interior. La decoración es una cosa de locos.
Ahora sí, ya estamos en condiciones de alejarnos por un momento de los bares y pubs y dirigirnos a algunas de las construcciones mas atractivas de la ciudad. Les recomiendo que pasen rápido por el George Street Arcade y no se queden únicamente con su fachada sino que también se den el gusto de recorrer el mercadito que hay en su interior.
Ni bien salgan de ahí ya van a estar en las inmediaciones del ¨Castillo de Dublin¨ que es una bomba. Este edificio supo funcionar como sede del Gobierno Británico en Irlanda hasta 1922, y les sugiero que se den una vuelta por los jardines que no pueden estar mejor cuidados. Desde sus escaleras van a tener unas vistas panorámicas muy pero muy buenas.
Después sigan caminando en dirección a la «Catedral de Christ Church», la más antigua de las dos catedrales medievales de Dublin. Su fachada es una obra de arte, y aprovechen que actualmente se encuentra abierta al público. Si no, tienen la opción de visitar la Catedral de San Patricio y combinarlo con el Liberty Bell.
Y para finalizar el recorrido creo que la mejor opción es seguir caminando un poco mas rumbo al Guinness Storehouse, el lugar elegido para la fermentación de la mítica cerveza Guinness. El lugar está abierto al público desde el año 2000, y van a poder hacer un recorrido por el interior del edificio donde van a aprender sobre el proceso de producción y sobre las campañas publicitarias de la compañía. Hay juegos interactivos para probar nuestros conocimientos cerveceros y hasta vamos a poder degustar una buena pinta.
Si todavía les queda un poco de energía, háganse la última caminata hacia la Cárcel de Kilmainham, un lugar emblemático ya que acá fue donde encerraron a muchas de las personas que lucharon por la independencia de Irlanda.
